martes, 19 de octubre de 2010

VILLEROS ILUSTRES,

RAMÓN ÁLVAREZ BRAUN

ARTÍCULO DE: Bruno Juan Álvarez Abréu


Hoy traemos a nuestra página de TERTULIA VILLERA a Ramón Álvarez Braun. Un querido y viejo amigo, trabajamos juntos como docentes en la Formación Profesional, vecino de mi suegra y casado con una orotavense Carmita Galván Fernández también amiga de la casa y de mi familia. Ramón en la época de noviazgo pasó mucho tiempo en la fonda Revés de la calle Viera y comiendo los exquisitos platos de casa Pacheco en la calle El Agua de la Villa de La Orotava, un excelente funcionario, primero profesor de Secundaria y luego, y hasta ahora que se jubila, profesor de Universidad, concretamente de la Escuela de Aparejadores. Ramón Álvarez fue Director General de Infraestructuras con Luis Balbuena como Consejero de Educación y con Jerónimo Saavedra de Presidente de Canarias. Ramón, con Luis y Jerónimo a la cabeza, hizo posible que cada niño y cada niña canarios tuviera su propio puesto escolar, sin turnos partidos en que los escolares ocupaban de tarde el puesto escolar que ya había sido ocupado por otro escolar por la mañana. Ramón eliminó las injustas concentraciones escolares donde niños de una localidad pasaban el dia en otra, porque no había colegio en su zona, como ocurría con San José y La Guancha. Las eliminó, en el caso de nuestro pueblo, construyendo, como en muchoas otras localidades canarias con igual fin, el Colegio Público Francisco Afonso Carrillo, que hace poco cumplió sus 25 años. Ramón fue el artífice de esa silenciosa revolución educativa, en épocas de vacas flacas, transformando el poco dinero en mucho, en muchas ocasiones a costa de su salud física. Porque Ramón es un socialista de los de antes, que mira el dinero público como sagrado y que no se permitía ni una alegría con ese dinero, ahorrando incluso en transporte (recuerdo verlo cargar con material para centros como equipaje en sus viajes entre islas). Esa entrega hizo que Ramón enfermara tras su paso por la Consejería, con algo que desembocó en un transplante de riñón, afortunadamente exitoso. Y Ramón siguió trabajando y dándolo todo por los otros, hasta el punto que su ejemplo ha sido tal, como caballero y como socialista, que siempre le insté a que hablara de cuando en cuando a los jóvenes, en una época en que es necesario como nunca reforzar sus valores. Pese a todo lo anterior, ni Ramón, ni Luis ni Saavedra tienen calle alguna en el callejero municipal, ni siquiera una placa en el centro que tanto ha significado para la formación de nuestros más jóvenes: el Francisco Afonso Carrillo. Pero Ramón si tiene lo que este medio día le vamos a ofrecer: el calor, el cariño y el reconocimiento de un centenar de amigos que le vamos a dar las gracias por una vida íntegra, de honradez y de ejemplo. Es un acto que homenajea no sólo su faceta política, que especialmente fue intensa en la época de la transición, en los momentos en los que había que pelear por la libertad, sino como profesional intachable, puesto que Ramón Álvarez Braun es una persona muy completa. En la época actual, hablamos de un aparejador que ha peleado significativamente por la dignificación de su profesión, por darle estatus en España similar al que los ingenieros de la construcción tienen en los países europeos, siendo en ese sentido una avanzadilla, al tiempo que ha sido una persona que siempre ha estado muy preocupado por actualizarse constantemente, por asistir a cursos organizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Siempre se ha oido hablar maravillas de él a sus alumnos de Aparejadores, un profesor extraordinario, que transmite muy bien sus conocimientos y que en definitiva es una persona muy bien valorada y querida en la Escuela de Aparejadores. Ramón Álvarez Braun es una institución en el PSOE por su firme compromiso con unos principios democráticos que muchas veces se echan en falta en la vida política, alejados de la norma actual de convertir la política en una profesión, dejando los principios atrás, ya que entiende que la política es algo más que haya bombillas en las farolas, que las calles estén asfaltadas, sino que debe existir un compromiso con los valores supremos como la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad y el respeto de los derechos fundamentales. En su vida, ha demostrado ser fiel y coherente con esos principios que siempre ha defendido, por lo que ha supuesto para muchos un ejemplo, ya que ver que hay personas que se mantienen en pie cuando las cosas no van bien, manteniendo además sus ideales intactos, para quienes pensamos de una forma muy parecida, es un empuje hacia adelante. ¿Entienden por qué lo pongo como ejemplo y referente de valores, por qué creo que debe enseñar a los jóvenes? Por todo eso, y aunque te lo he dicho siempre y te lo repetiré hoy: gracias, Ramón.

domingo, 21 de marzo de 2010